jueves, 12 de enero de 2023

Breviario de campaña electoral


Breviario de campaña electoral. Quinto Tulio Cicerón. Traducción de Alejandra de Riquer. 64 a.C. 2011. Cuadernos del Acantilado.


Contraportada


En el año 64 a. C., Marco Tulio Cicerón inició la campaña electoral para el consulado romano. Su hermano pequeño, Quinto, se entretuvo en describirle de qué argucias debía servirse para poder ganarse el fervor de los votantes. Lo cierto es que, en julio de 64, obtuvo la unanimidad de las centurias y el cargo al que optaba, quién sabe si gracias a haber puesto en práctica los sabios consejos de su hermano. No deja de ser curioso que, veinte siglos más tarde, las recomendaciones del pequeño de los Cicerón sigan siendo sorprendentemente válidas. Giulio Andreotti observó con justeza que su autor, al escribir la carta que hoy presentamos, «no pudo imaginarse que su breve tratado pudiese ser leído a más de dos mil años de distancia y resultar extraordinariamente interesante, no sólo como documento histórico y literario, sino también por una especie de imprevisible actualidad en los hechos que describe» 


El libro en 3 puntos


  1. Excelente visor a los modos de la República Romana de hace 2 mil años, justo antes del Imperio.
  2. Muestra cómo trabajar para obtener el favor del electorado.
  3. Muestra de qué hay que cuidarse durante una campaña electoral.

Quién debe leerlo


Por su actualidad en los temas que toca y las soluciones que plantea a la cuestión de ser candidato, todo aquel interesado en la cuestión electoral debe leer este manual.


Resumen + notas


Preeliminar. Este ejercicio epistolar de Quinto fue llamado Commentariolum petitionis. El nombre candidatus deriva de la toga blanca (toga candida) que vestían, a fin de ser fácilmente identificados cuando realizaban su campaña electoral, aquellos cuya candidatura, petitio, había sido aceptada. El ajetreo de los candidatos para pedir votos, es decir, sus actividades en período de campaña, fueron denominadas ambitus y ambitio.

I. Preparados y a punto tus recursos de la oratoria. Ostentación de la calidad y cantidad de amigos. "Que aquellos que te deben algo y aquellos que desean debértelo se den cuenta de que no van a tener más oportunidad que ésta, los unos, de demostrarte su agradecimiento, y, los otros, de convertirse en deudores tuyos". Obtener el apoyo y respaldo de personas de calidad. Ganar a los jóvenes, a los indecisos y conservar a los partidarios.

II. Acerca de tus oponentes nobles, nadie se atreva a afirmar que su nobleza les va a ayudar a ellos en mayor medida que a ti tus cualidades.

III. Si pones en práctica lo que generosamente te han concedido la naturaleza y el estudio, y de lo que siempre te has valido, si haces lo que las circunstancias exigen de ti, lo que puedes y lo que debes, no te será difícil hacer frente a unos rivales la fama de cuyos vicios es mayor que la distinción de su linaje.

IV. Un hombre de por sí fuerte, elocuente y honrado al ser electo alcanza una grandeza aún mayor. Los nobles que no han alcanzado el cargo, te verán con malos ojos. Los plebeyos que no han alcanzado el cargo, te verán con envidia. Evaluar los intereses que son adversos.

V. Una candidatura a un cargo público debe centrarse en el logro de dos objetivos: obtener la adhesión de los amigos y el favor popular. Hacer que te consideren agradable. Crearse amistades en todas las clases. Saber cobrar favores.

VI. Tres cosas que conducen a los hombres a dar su apoyo en unas elecciones: los beneficios, las expectativas y la simpatía sincera. Evañuar las capacidades de los colaboradores y asignarles adecuadamente las tareas. Tener respaldo en las funciones.

VII. Durante el período electoral, también uno se gana un buen número de amigos muy útiles. La situación del candidato tiene esta ventaja: puedes hacer con dignidad lo que durante el resto de tu vida no serías capaz de hacer, aceptar la amistad de quien te plazca, de aquellos con los que, si hubieras intentado relacionarte en otro tiempo, habría parecido que obrabas de manera improcedente. En campaña no habrá nadie que deje escapar la oportunidad que se le ofrece de entablar amistad contigo. 

VIII. Pon el mayor empeño, valiéndote de tus propios medios o de las amistades comunes, en hacer partidarios tuyos a todos los que puedas; sal a su encuentro, envíales emisarios, muéstrales la gran importancia de los servicios que te prestan. No permitas que haya ningún municipio, ninguna colonia, ninguna prefectura, ningún lugar de Italia, en el que no tengas el apoyo suficiente. Busca y sigue la pista de los hombres de cada lugar, conócelos, sal a su encuentro, asegúrate su adhesión, procura que hagan campaña a tu favor entre sus vecinos y que, por así decirlo, se conviertan en candidatos por cuenta tuya. 

IX. A diario dispón de un acompañamiento de toda categoría, clase social y edad, pues precisamente de la afluencia del séquito se podrá deducir con qué fuerzas y con qué medios vas a contar. Hay tres clases de componentes: los que van a saludarte a tu casa, los que te acompañan al foro y los que te siguen a todas partes. Considero muy necesario y muy conveniente que vayas siempre rodeado de una gran multitud. 

X. Algunos hombres simulan que son tus amigos, al tiempo que te envidian. Los nervios y las articulaciones de la sabiduría consisten en no confiarse a la ligera (Epicarmo). Los motivos y las peculiaridades de tus detractores y enemigos son de tres clases: los que se han visto perjudicados por ti, los que sin motivo alguno no te aprecian, y los que son muy amigos de tus competidores. 

XI. El pueblo desea que el candidato lo conozca por su nombre, lo halague, mantenga un trato asiduo con él, sea generoso, suscite la opinión popular y ofrezca una buena imagen en su actividad pública. Haz que salten a la vista tus esfuerzos por conocer a los ciudadanos. También es muy necesaria la adulación, que aunque en la vida corriente constituya un defecto vergonzoso, se hace imprescindible en una candidatura. Asiduidad, conversar a menudo con las mismas personas y en no permitir, que nadie pueda decir que tú no le has formulado tus peticiones y que no lo has hecho atenta e insistentemente. Se pone de manifiesto en los banquetes, que tenéis que organizar, tanto tú como tus amigos, ya sea para gente diversa, ya para cada una de las tribus. Se pone de manifiesto en tus actividades, de las que has de dar cuenta y hacer partícipe a todo el mundo. Procura ser accesible de día y de noche, abre las puertas del alma. Lo que tengas que hacer, muéstrate dispuesto a hacerlo con interés y de buen grado. Aquello de lo que no seas capaz, niégate a hacerlo amablemente o no te niegues; lo primero es propio de un hombre bueno, pero lo segundo de un buen candidato.

XII. Aquellos a los que te hayas negado a ayudarles en nombre de algún deber de amistad, puede que, a pesar de todo, se marchen con calma y serenidad. Los hombres prefieren una mentira a una negativa. No puede tener la casa llena de gente quien sólo acepta los compromisos que se ve capaz de cumplir. Lo último que se debe temer es que se enfade la persona a la que se ha mentido. Las promesas quedan en el aire por un tiempo; por el contrario, las negativas te granjean inmediatamente muchas enemistades. 

XIII. Si de alguna manera fuera posible, que se levanten contra tus rivales los rumores de crímenes, desenfrenos y sobornos. Vela al máximo por ofrecer buenas expectativas en tu política y por que se te considere una persona íntegra.

XIV. Persevera. Conócete a ti mismo. Si logramos que los que nos quieren bien pongan el máximo celo en ayudarnos, si asignamos una función determinada a cada uno de los hombres que nos apoyan y que gozan de influencia, si planteamos a nuestros adversarios la perspectiva de un proceso, si infundimos temor en sus intermediarios y si frenamos de algún modo a los que ofrecen dinero en su nombre, se puede conseguir que no haya sobornos o que éstos no sirvan de nada.


Mis impresiones


Muchos de los consejos y previsiones que propone Quinto mantienen una increíble vigencia y pueden ser aplicados a más de dos milenios y a miles de kilómetros de distancia de su origen. Lo mismo en la forma de obtener influencia y ganar amigos, que en los peligros de la traición y el juego sucio en una elección. Un manual de cabecera para todo aquel involucrado en los procesos electorales.