
Kaiser Karl V. Karl Brandi. 1937. F. Bruckmann. 568 pp.
Cada generación llega a lo que le es propio a través de la experiencia de los antepasados.
Libro Primero.
Dinastía. Tierras y Reinos. Juventud del Emperador.
I. El duque de Borgoña.
La biografía de Carlos V inicia antes de su nacimiento, y su ascenso real se debe en gran medida a las bases que sus antepasados crearon. Borgoña fue un ducado consolidado por Felipe el Bueno y expandido por su hijo, Carlos el Temerario. El matrimonio de la hija de este último, María, con Maximiliano, hijo y heredero del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico III, creó el escabel desde el cual Carlos alcanzaría los títulos de Rey y Emperador.
Expansión del Ducado de Borgoña Felipe el Bueno fundó la Orden del Toisón de Oro el día de su boda el 11 de enero de 1430. Tenían su Capítulo en los coros de las catedrales, y aún hoy se encuentran sus escudos en Notre Dame de Brujas, en Saint Rombaut de Malinas y en Santa Eulalia en Barcelona. A través de su canciller, el capítulo externaba a los monarcas sus opiniones y amonestaciones. Igual poder de reprensión tenían los directores espirituales, como hizo el obispo de Chalons ante el duque de Borgoña, cuando representó mediante una dama, llamada Honra de príncipe, la persecución que de ella hacían Francia, el Imperio, Borgoña y cuatro mozalbetes llamados Pereza, Voluptuosidad, Adulación y Codicia. La Fiesta de los Faisanes, de 1454, mitad maravillosa, mitad grotesca, fue una exaltación de las virtudes caballerescas en medio del dispendio. Las Memorias de Felipe de Commines muestran la barbarie y el valor, la destrucción y la hospitalidad que estos caballeros eran capaces de desplegar. Comienzan a surgir, más allá de la ambición de posesión, las aspiraciones de la unidad territorial y la creación de un verdadero estado.
Tras la muerte de Carlos el Temerario (1477), Luis XI de Francia se lanza sobre las posesiones de éste. En Gante, los consejeros de María son ajusticiados. Maximiliano, prometido de María aparece ante Gante y es aclamado por el pueblo. En 1478 nace Felipe el Hermoso y en 1480, Margarita. María muere en 1482 a los 24 años. Inestabilidad política en el reino de Francia y en el ducado de Borgoña. Pueblos, súbditos y aliados tornadizos y volubles. Duque Alberto de Sajonia, un apoyo constante en esta época. Margarita prometida al delfín como rehén de paz y apartada al voltear las tornas. Con la toma de Alberto de Sajonia de Brujas y Gante, Maximiliano queda como claro triunfador en 1493.
Felipe el Hermoso obtiene la mayoría de edad a los 16 años y entra en Lovaina en 1494 como legítimo señor del país. Un tratado de comercio con Inglaterra concede margen a Borgoña contra Francia y se consolida el gobierno bajo la conducción de familias capaces, respetadas y de abolengo. Maximiliano proyecta un enlace doble al prometer a su hijo Felipe con una hija de los Reyes Católicos, Juana, y a su hija Margarita con el príncipe Juan. Ambos matrimonios se consumaron, pero el joven Juan muere a los 6 meses. Del otro matrimonio nace en Bruselas en 1498, Leonor. La corte se traslada a la tornadiza Gante y aquí nace en 1500, Carlos, y en 1501, Isabel. Tras regresar a tierras españolas, nace en Alcalá en 1503, Fernando. En 1505 nace en Países Bajos, María. En 1506 muere Felipe el Hermoso y cuatro meses después, en 1507, nace en Torquemada, Catalina. Juana pierde la razón y queda confinada en Tordesillas desde 1509. Margarita, hermana de Felipe ocupa la Regencia y se convierte en madre sustituta de Leonor, Carlos, Isabel y María. En España quedaron Fernando y Catalina.
Margarita, llena de juicio y de carácter, con una energía casi varonil, se manifestó como una de las regentes del siglo. Se rodeó de personas destacadas, como Durero, Gattinara y Adriano de Utrecht, de quien sin duda aprendió su piedad sincera, de obras de arte y de libros. Los instructores de los jóvenes corrían a cargo de flamencos y españoles (sobre todo historia y artes clásicas y ejercicios corporales: montar, cazar, manejo de la lanza). De su primer gobernador y camarero Guillermo de Chiévres habría de aprender el carácter mundano. En 1514 casan María e Isabel con los reyes de Hungría y Dinamarca, respectivamente. En 1515, el duque Carlos de Borgoña es declarado mayor de edad. Concluyen la regencia y los cuidados de Margarita. Ese mismo año asciende al trono de Francia, Francisco I. En 1516 muere Fernando de Aragón, abuelo del duque de Borgoña: Carlos es ya rey de España.
II. Rey de Castilla y Aragón.
Francisco Jiménez de Csneros, despreciando la vida y desde el renunciamiento, entra en la historia universal. Inicia la reforma de la iglesia española: impuso la explicación de los evangelios durante la misa, ordenó el registro de los bautizos, ordenó la residencia de los obspos en sus catedrales... una reforma antes de la Reforma. Impulsó la expulsión de los judíos, fortaleció el estado frente a la nobleza y el feudalismo, acotó a la clase media burguesa y dio corregidores a las ciudades. En 1507 le fue otorgado el capelo cardenalicio.
A la muerte de Fernando de Aragón, queda Cisneros como regente de Castilla, el arzobispo de Zaragoza como regente de Aragón, y Adriano de Utrecht queda como regente por voluntad de Carlos. Inician los desencuentros con Chiévres (y con Carlos). La baja política cortesana a todo lo que da. Invasión de Juan de Albrit, repelido por Cisneros. Intrigas en la Corte contra Cisneros. Chiévres renueva el Tratado de Comercio con Inglaterra y pacta el Tratado de Noyon que promete en matrimonio a Carlos con Louise, hija de Francisco I. Parten Carlos, Leonor y la Corte de Ulissingen y desembarcan en Villaviciosa. ¿Chiévres impidió el encuentro de Carlos con Cisneros? La ruta de la Corte borgoñona. Muerte de Cisneros en Roa, cerca de Valladolid, antes de encontrarse con Carlos. Encuentro de los hermanos Fernando y Carlos. Salida de Fernando a Países Bajos al encuentro con la tía Margarita. El torneo de Valladolid, borgoñones contra españoles... la sangre corría en arroyos.
Carlos comienza a gobernar, encuentra la oposición del imperio e Inglaterra a Francia y el excesivo compromiso de Borgoña, y España, con ella. Conoce los problemas al interior de Aragón y de Castilla. Memoria de Pedro Ruiz de Villena: la conducción del estado por funcionarios capaces. Justicia y templanza. Reforma al sistema: los falsos denunciantes, los honorarios de los jueces, apelaciones ante nuevos jueces, el contenido de oro de las monedas, impuestos progresivos, eliminación de fueros. La oposición de las cortes: recusación de sauvage como presidente, subordinación del príncipe a ellas, prohibición de exportar oro, cargos sólo a españoles, uso del español por el rey, que los impuestos los cobren las ciudades. Agitación contra los extranjeros. El foco del enojo popular son Carlos, Chiévres y Sauvage. Al morir éste, lo reemplaza Maturino Gattinara, favorito de Margarita, y quien construyó el sistema central del gobierno de Carlos. Muere el emperador Maximiliano I. El rey sale del país a recibir el imperio, y se da la señal para el levantamiento popular. Chiévres deja solo a Adriano con la revuelta.
III. Archduke of Austria and Holy Roman Emperor of the German Nation.
Maximilian. The hereditary lands and the Empire. Carlos no hablaba aún buen alemán y no había estado nunca en sus tierras hereditarias de Austria o el Rhin. Maximiliano recibió una mala herencia. Crédito poco estimado, podería poco efectivo. Él mismo hacía muchos planes y tenía poca paciencia y menos dinero. Romántico del humanismo del Renacimiento. Orgulloso de su linaje, de los antiguos emperadores alemanes. Defensor del idioma flamenco, escribía a sus hijos en francés. Fue desgraciado con los suizos y los italianos. Organizó el imperio: paz interior, divisiones estatales, tribunales estatales, leyes de emisión de moneda. Anexión por conquista o matrimonio, Hungría y España respectivamente. La sucesión. 7 príncipes electores. Maguncia, Colonia, Treveris, Bohemia, Palatinado, Branden, Sajonia. No hay que fiarse del parentesco, en definitiva sólo vale el mucho dinero. 18 de mayo de 1518. Maximiliano I. Dinero, prebendas y (promesas de) matrimonio. Muerte de Maximilano el 12 de enero de 1519. Gobierno ratificado por Carlos. Cada ducado francés es preciso devolverlo a los alemanes pagado por cuatro. Los candidatos: Carlos I, Francisco I, Henry VIII. La elección costó un millón de guldens de oro, la mitad en gratificaciones a los príncipes. La casa Fugger financió a cambio de posesiones y derechos de soberanía en Tirol y Suabia. Fernando como opción al imperio. Defensa de Carlos. Ofrece futuro reparto de la herencia con juicio y calma. Las ideas de Gattinara, la valoración política del imperio como un factor de paz para la cristiandad. León X, papa en contra de Carlos, apoya a Francia, promete el capelo a Traveris, Colonia y el legado permanente al cardenal de Maguncia (Mainz). La popularidad de Maximiliano I y el marketing político de Carlos, folletos con su imagen y cantares populares. Más seguridad militar. El intento papal y franés sobre Federico de Sajonia. Gattinara, mostrar temor de Dios y humildad., cumplimiento del testamento de los mayores, buscar las personas a propósito para la iglesia y el estado, y en especial los tribunales. Elección de buenos consejeros, como Moisés. Concesión de buenas leyes, como Justiniano. Hacienda bien administrada, como Tito. Liberalidad y medidaen todo, como Séneca. Cien guerreros bien pagados, mejor que 200 mal remunerados. La solución de lo más importante por la mañana, consejo reducido contra la dilación de los asuntos, responsabilidad de los secretarios, independencia de los tribunales. Gattinara y la unidad universal, incluso económica.
The imperial election of 1519.
Carlos V, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, y nieto de Maximiliano I de Habsburgo y los Reyes Católicos, heredó un imperio fragmentado y diverso. Aunque su linaje lo vinculaba directamente a los territorios hereditarios de los Habsburgo (Austria, Borgoña, los Países Bajos) y a la Corona de España, su conexión con las tierras alemanas era superficial. Criado en Flandes, hablaba francés y español, pero no alemán, y sus territorios germanos —desde el Tirol hasta el Elsa— eran para él tan distantes como las recién conquistadas Indias. Su ascenso al trono imperial en 1519 no fue un mero accidente dinástico, sino el resultado de una estrategia política audaz, financiada por los Fugger y orquestada por su tía, Margarita de Austria, gobernadora de los Países Bajos.
El abuelo de Carlos, Maximiliano I, había recibido un imperio en bancarrota de su padre, Federico III. Aunque carismático y ambicioso, su reinado estuvo marcado por:
- Falta de recursos: Maximiliano siempre careció de dinero, lo que lo llevó a endeudarse con banqueros (como los Fugger) y a hipotecar territorios.
- Planes grandiosos pero irrealizables: Soñaba con un Imperio universal cristiano, pero sus campañas (ej. contra Venecia o los suizos) terminaban en fracasos costosos.
- Diplomacia matrimonial: Casó a sus hijos estratégicamente (ej. Juana con Felipe el Hermoso, Margarita con el duque de Saboya), asegurando alianzas, pero también conflictos dinásticos.
- Reformas institucionales: A pesar de sus errores, dejó un legado administrativo:
- Reichskammergericht (Tribunal Imperial).
- Círculos Imperiales (Reichskreise), para organizar los territorios.
- Paz Territorial (Ewiger Landfriede), reduciendo las guerras feudales.
Maximiliano murió en 1519, dejando a Carlos un imperio endeudado, pero con estructuras políticas modernizadas que facilitarían su elección.
La muerte de Maximiliano desencadenó una lucha por el trono imperial entre:
- Carlos V (nieto de Maximiliano, rey de España).
- Francisco I de Francia (apoyado por el papa León X).
- Enrique VIII de Inglaterra (candidato menor, pero con ambiciones).
Estrategias para la Victoria
Carlos ganó gracias a la financiación de los Fugger, quienes prestaron 850,000 florines de oro para sobornar a los siete príncipes electores:
- Arzobispo de Maguncia: 113,200 florines.
- Elector del Palatinado: 184,100 florines (incluyendo compensación por Hagenau).
- Duque de Sajonia (Friedrich el Sabio): 70,000 florines (aunque inicialmente resistió).
Margarita negoció con los electores en Augsburgo, usando tanto diplomacia como amenazas veladas (ej. recordando el poder militar de los Habsburgo).
Francisco I se había sobreestimado tras su victoria en Marignano (1515) y no ofreció suficiente dinero. Enrique VIII dudaba entre aliarse con Francia o España, lo que lo dejó fuera de la contienda. El 28 de junio de 1519, los electores (excepto Tréveris y Sajonia, que votaron en contra inicialmente) proclamaron a Carlos emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. La ceremonia de coronación en Aquisgrán (23 de octubre de 1520) simbolizó su unión con la tradición carolingia, pero también marcó el inicio de sus conflictos con los príncipes alemanes y la Reforma Protestante.
Carlos heredó un conglomerado de territorios dispares. Su mayor problema fue la falta de cohesión:
- No había un ejército unificado: Cada territorio tenía sus propias fuerzas.
- Finanzas en crisis: Dependía de préstamos y endeudamiento constante.
- Diversidad cultural y lingüística: Gobernaba a alemanes, españoles, flamencos, italianos y amerindios, sin una identidad común.
La Dieta de Worms (1521)
En 1521, Carlos enfrentó su primer gran crisis: Martín Lutero y la Reforma Protestante.
- 1517: Lutero publica sus 95 Tesis, criticando la venta de indulgencias.
- 1520: El papa León X lo excomulga con la bula Exsurge Domine.
- 1521: Carlos, recién coronado, convoca la Dieta de Worms para resolver el asunto.
La Iglesia Católica (Papa León X y el nuncio Aleandro) exigían la condena inmediata de Lutero como hereje. Argumentaban que su rebelión amenazaba la unidad de la cristiandad. Los Príncipes Alemanes (especialmente Federico el Sabio de Sajonia), veían en Lutero una oportunidad para limitar el poder de Roma y la influencia imperial. Muchos simpatizaban con sus ideas nacionalistas (ej. crítica a la ventas de indulgencias que drenaban dinero a Italia). Carlos V, educado como católico devoto (influenciado por su abuelo Maximiliano y su tía Margarita), se sentía obligado a defender la ortodoxia, pero también necesitaba el apoyo de los príncipes alemanes para gobernar el Imperio.
El Juicio a Lutero en 1521. 16 de abril: Lutero comparece ante la Dieta. Se le pide que retracte sus escritos. Su respuesta fue "No puedo ni quiero retractarme de nada, pues ir contra la conciencia no es seguro ni saludable. ¡Dios me ayude!" (frase que se volvió legendaria). Lutero reafirma su postura, desafiando al emperador y la Iglesia. Carlos emite el Edicto de Worms, declarando a Lutero fuera de la ley y prohibiendo sus escritos. Federico el Sabio protege a Lutero en el castillo de Wartburg, donde traduce la Biblia al alemán. La Reforma se extiende: Para 1530, gran parte de Alemania del norte, Escandinavia y Suiza eran protestantes. El conflicto entre católicos y protestantes dividiría Europa por siglos (ej. Guerra de los Treinta Años, 1618–1648).
La Declaración de Carlos en Worms (19 de abril de 1521)
Carlos, presionado por sus consejeros (como el canciller Gattinara), pronunció un discurso clave en Worms el 19 de abril de 1521: "Sé que desciendo de los más cristianos emperadores de la noble nación alemana, de los reyes católicos de España... Todos ellos defendieron la fe católica hasta la muerte. No puedo permitir que la herejía contamine a mis súbditos. Si Lutero no se retracta, lo trataré como hereje notorio."
Este discurso reflejaba:
- Su identidad dinástica como defensor de la cristiandad.
- El dilema político, perseguir a Lutero alienaría a los príncipes alemanes, pero no actuar lo debilitaría ante el Papa.
- La influencia de sus consejeros, Gattinara (canciller), quien le aconsejaba firmeza contra la herejía y Erasmo de Róterdam, que abogaba por el diálogo y la reforma interna de la Iglesia.
Carlos subestimó el apoyo popular a Lutero:
- Los alemanes veían en él un símbolo de resistencia contra Roma y los impuestos eclesiásticos.
- Los príncipes usaron la Reforma para aumentar su poder frente al emperador.
El Legado de Carlos V: Un Imperio Imposible
Logros:
- Defensor de la Cristiandad:
- Luchó contra el avance otomano (ej. sitio de Viena, 1529).
- Derrotó a la Liga de Esmalcalda (protestantes) en 1547, aunque la paz de Augsburgo (1555) legalizó el luteranismo.
- Expansión Territorial:
- Incorporó Túnez (1535) y partes de Italia (Milán, Nápoles).
- Las Indias se convirtieron en la principal fuente de riqueza de España.
- Reformas Administrativas:
- Centralizó el Consejo de Estado y creó el Consejo de Indias.
Fracasos:
- Sobreextensión Imperial:
- Gobernar desde América hasta Europa Central era insostenible.
- Las guerras constantes (contra Francia, los otomanos, los protestantes) agotaron las finanzas.
- División Religiosa:
- La Reforma Protestante fragmentó el Imperio.
- La Contrarreforma (Concilio de Trento, 1545–1563) llegó demasiado tarde para unir a Europa.
- Rebeliones Internas:
- Revueltas de los Comuneros (España, 1520–1521).
- Guerras de Esmalcalda (Alemania, 1546–1547).
Abdicación y Muerte (1556–1558)
En 1556, agotado y enfermo, Carlos dividió su imperio:
- España, Países Bajos, Borgoña e Italia para su hijo Felipe II.
- Austria y el título imperial para su hermano Fernando I.
Se retiró al monasterio de Yuste (Extremadura), donde murió en 1558.
Conclusión: El Último Sueño del Universalismo Medieval
Carlos V encarnó el último intento de unificar Europa bajo un solo emperador, como en los tiempos de Carlomagno. Sin embargo, su reinado marcó el fin de la Edad Media y el inicio de la Europa moderna, caracterizada por:
- Estados-nación en conflicto (Francia vs. España, protestantes vs. católicos).
- Capitalismo emergente (ej. el poder de los Fugger).
- Guerras de religión que durarían más de un siglo.
Su mayor error fue no comprender que el mundo estaba cambiando:
- Lutero representaba el despertar de las conciencias individuales frente a la autoridad eclesiástica.
- Los príncipes alemanes ya no aceptaban la hegemonía imperial.
- España y Francia se consolidaban como potencias rivales, haciendo imposible su sueño de unidad cristiana.
Carlos V murió como un hombre derrotado, pero su legado perdura:
- España se convirtió en la primera potencia global bajo Felipe II.
- Alemania quedó dividida religiosamente hasta el siglo XX.
- Europa entró en una era de guerras y revoluciones que moldearían el mundo moderno.
"En mi imperio, el sol nunca se pone", dijo Carlos V, pero al final, ni siquiera él pudo sostener su peso.
IV. La idea de herencia y el imperio mundial.
El reinado de Carlos V (1500–1558) es recordado como un "imperio universal" no solo por su extensión territorial —que abarcaba desde la Península Ibérica hasta las Américas—, sino por su ambición de unir a la cristiandad bajo una misma corona. Sin embargo, su poder no se construyó mediante conquistas militares, sino a través de alianzas matrimoniales y herencias dinásticas, una estrategia heredada de su abuelo, el emperador Maximiliano I. Este enfoque pacífico, aunque calculado, permitió a la Casa de Austria-Habsburgo consolidar su influencia en Europa mediante matrimonios estratégicos. Las hermanas de Carlos, como Eleonor (reina de Portugal) y Catalina (prometida inicialmente a príncipes alemanes antes de convertirse en reina de Francia), fueron piezas clave en este tablero político. La familia Habsburgo logró así vincularse con las coronas de Inglaterra, Dinamarca, Hungría, Bohemia y Portugal, creando una red de alianzas que reforzaba su hegemonía.
La relación entre Carlos y su hermano Fernando I (1503–1564) ilustra la tensión entre el ideal dinástico y las ambiciones personales. Tras la elección de Carlos como emperador en 1519, surgieron disputas sobre la distribución de los territorios hereditarios. Fernando, inicialmente marginado en España, recibió finalmente los ducados austriacos (1521) y fue nombrado regente imperial en Alemania. Los Tratados de Bruselas (1522) consolidaron esta división: Fernando obtuvo el control de Austria, Bohemia y Hungría, mientras Carlos conservaba los Países Bajos, España y los derechos imperiales. Esta partición no fue un acto de debilidad, sino una estrategia para asegurar la estabilidad del imperio, permitiendo a Fernando casarse con Ana de Hungría y Bohemia, fortaleciendo así la presencia de los Habsburgo en Europa Central.
Mientras Carlos consolidaba su poder en Alemania, España ardía en revueltas. La Revolución de las Comunidades (1520–1521), liderada por ciudades castellanas como Toledo y Valladolid, reflejaba el descontento contra el gobierno de los consejeros flamencos y la ausencia del rey. Los comuneros, aunque invocaban lealtad a la monarquía, exigían reformas y la expulsión de los extranjeros. La derrota en la Batalla de Villalar (1521) y la ejecución de sus líderes (Padilla, Bravo y Maldonado) marcaron el fin de la rebelión, pero también revelaron la fragilidad del sistema. Paralelamente, en Valencia, la Germania (una revuelta de gremios contra la nobleza) demostró los conflictos sociales subyacentes. Carlos, apoyado por la nobleza y el clero, restauró el orden, pero a costa de profundizar las divisiones internas.
La política exterior de Carlos se centró en contener a Francia, gobernada por Francisco I. La alianza con el Papa León X (1521) fue decisiva: el pontífice, temeroso del avance francés en Italia, apoyó a Carlos a cambio de concesiones territoriales (como Parma y Piacenza). Esta alianza permitió la investidura de Nápoles y sentó las bases para la Guerra de los Cuatro Años (1521–1526), donde las victorias en Pavía (1525) y la captura de Francisco I consolidaron la hegemonía habsbúrgica en Italia. Sin embargo, la relación con el Papa Adrián VI (1522–1523), antiguo tutor de Carlos, fue más compleja: aunque compartían una visión reformista, las tensiones por la influencia española en la Curia Romana limitaron su colaboración.
El reinado de Carlos coincidió con la expansión española en América. La expedición de Magallanes (1519–1522), que completó la primera circunnavegación del globo, abrió rutas comerciales hacia las Molucas, pero también generó conflictos con Portugal por el control de las especias. En México, Hernán Cortés conquistó el Imperio Azteca (1519–1521), enviando a España tesoros que asombraron a Europa. Sin embargo, la explotación de los pueblos indígenas, denunciada por fray Bartolomé de las Casas, mancó el legado moral del imperio. Las Leyes Nuevas (1542), que buscaban proteger a los indígenas, llegaron tarde para evitar el colapso demográfico y cultural.
Carlos V gobernó un imperio "donde no se ponía el sol", pero su grandeza tuvo un costo: guerras constantes, deudas insostenibles y tensiones religiosas (la Reforma protestante). Su abdicación en 1556 dividió el imperio: España y los Países Bajos para su hijo Felipe II, y Austria para Fernando. Su visión de unificar la cristiandad bajo un solo cetro chocó con la realidad de un mundo en transformación.
El imperio de Carlos V fue un proyecto ambicioso, basado en el derecho dinástico y la diplomacia, pero también en la represión y la explotación. Su legado es paradójico: mientras consolidó el poder habsbúrgico en Europa, sentó las bases para los conflictos religiosos y las crisis financieras que marcarían el siglo XVI. Su figura encarna el ocaso del ideal medieval de un imperio universal y el nacimiento de la Europa moderna, fragmentada y en conflicto.
Libro Segundo.
Mantenimiento del poder heredado. Años de desenvolvimiento.
V. El Imperio, los estados europeos y la lucha por Italia
5.1. Europa en llamas: Guerra, diplomacia y caos
Cuando Carlos V pisó suelo español en Santander el 16 de julio de 1522, Europa estaba sumida en un conflicto generalizado. Las alianzas, aparentemente diseñadas para perpetuar el desorden, ocultaban una realidad más compleja: la guerra no era solo un instrumento de poder, sino un reflejo de las tensiones estructurales de un continente en transición. Las finanzas estatales, dependientes de préstamos y subsidios de los Estados, limitaban la capacidad de sostenimiento de los ejércitos. Mientras los tercios españoles y los landsknechte alemanes demostraban su eficacia en el campo de batalla, las milicias locales y los señores feudales actuaban con autonomía, fragmentando la cohesión de las campañas.
En este contexto, Carlos V heredó un imperio sobreendeudado (por las deudas de Maximiliano I y los costos de su elección imperial) y una Alemania dividida, donde su hermano Fernando I intentaba gobernar como regente con escaso éxito. Las Cortes alemanas, recelosas del poder central, preferían la autonomía local, y la Reforma protestante comenzaba a erosionar la unidad religiosa. Mientras, en Italia, la lucha por el Ducado de Milán —clave para el equilibrio de poder— enfrentaba a Francia, España y el Papado en una guerra de desgaste donde las victorias eran efímeras y las traiciones, frecuentes.
5.2. La guerra en Italia: De Bicoca a Pavía (1522–1525)
El conflicto italiano era un juego de ajedrez geopolítico:
- Francia, bajo Francisco I, buscaba recuperar Milán, perdido en 1521 tras la batalla de Bicoca, donde los landsknechte alemanes y las tropas españolas derrotaron a los suizos al servicio de Francia.
- Carlos V, aliado con el Papa Adriano VI (1522–1523), pretendía consolidar su dominio en Italia, pero la falta de recursos y las divisiones internas entre sus generales (como Pescara y Lannoy) complicaban la estrategia.
- Venecia y los Estados italianos (como Florencia) oscilaban entre la alianza con Francia o España, según conviniera a sus intereses.
La batalla de Pavía (24 de febrero de 1525) marcó un punto de inflexión:
- , subestimó la disciplina de los tercios españoles y la caballería imperial.
- Tras un combate caótico, el rey francés fue capturado, un golpe simbólico que recordaba la derrota de su padre, Luis XII, en Rávena (1512).
- La victoria permitió a Carlos V negociar desde una posición de fuerza, pero también desató el miedo en Italia: los Estados temían que el emperador impusiera un dominio absoluto, como lo demostraba su reclamo sobre el Castillo de Milán, símbolo de control sobre la Lombardía.
5.3. El dilema de Carlos V: ¿Paz o hegemonía?
La captura de Francisco I planteó a Carlos V un dilema estratégico:
- Exigir la devolución de Borgoña (herencia de su abuela, María de Borgoña), lo que implicaba desmembrar Francia y romper el equilibrio europeo.
- Buscar una paz negociada, aprovechando la ventaja para consolidar su dominio en Italia y España, sin alienar a las potencias europeas.
Gattinara, su canciller, advirtió que exigir demasiado podría unificar a Europa contra España. Propuso:
- Liberar a Francisco I bajo condiciones (como el matrimonio con Leonor de Austria, hermana de Carlos).
- Evitar la ocupación directa de Milán, para no provocar a los italianos.
- Fortalecer alianzas con Inglaterra y el Papado, pero sin depender de ellas.
Sin embargo, Carlos V, influenciado por su entorno burgundio, optó por una política intransigente:
- Rechazó las ofertas de paz francesas (que incluían renunciar a Nápoles, Milán y Flandes).
- Firmó el , donde Francisco I cedía Borgoña, Flandes, Artois y renunciaba a Italia. Pero el tratado era irrealizable: las cláusulas humillantes garantizaban que Francia no las cumpliría.
El error de Carlos V fue subestimar la resiliencia francesa. Francisco I, una vez libre, anuló el tratado (argumentando que fue firmado bajo coacción) y reanudó la guerra con apoyo de Venecia y el Papa Clemente VII, quien, temeroso del poder imperial, se alió con Francia en la Liga de Cognac (1526).
5.4. Las consecuencias: El Sacro Imperio en jaque
La intransigencia de Carlos V tuvo efectos devastadores:
- Italia se volvió contra España: Los Estados italianos, temerosos de la hegemonía imperial, apoyaron a Francia.
- Inglaterra abandonó la alianza: Enrique VIII, descontento con los beneficios obtenidos, firmó la Paz de Westminster (1525) con Francia, dejando a Carlos V aislado.
- El Papado se volvió hostil: Clemente VII, un Médici, priorizó la independencia italiana sobre la alianza con Carlos V, lo que llevó al Saco de Roma (1527), donde tropas imperiales saquearon la ciudad.
5.5. Reflexión final: ¿Un imperio demasiado grande?
Carlos V gobernó el primer imperio global, pero su grandeza fue también su talón de Aquiles:
- Falta de recursos: Las guerras agotaron las finanzas de Castilla y los Países Bajos.
- Sobreextensión territorial: Desde Alemania hasta Perú, el imperio era ingobernable con las estructuras administrativas de la época.
- Conflictos religiosos: La Reforma protestante dividió Europa, y su respuesta (como la Guerra de Esmalcalda) consumió energía y recursos.
Su reinado demostró que el poder absoluto era insostenible sin consenso. La paz de Augsburgo (1555) y su abdicación (1556) marcaron el fin de su sueño de unificar la cristiandad bajo un solo cetro.
VI. Imperio y Papado (1526–1530)
6.1. El matrimonio de Carlos V e Isabel de Portugal: Unión dinástica y simbolismo político
En 1526, tras la firma del Tratado de Madrid con Francisco I de Francia, Carlos V celebró su matrimonio con Isabel de Portugal en Sevilla. Este enlace, más que un acto de amor, fue una estrategia política para consolidar la alianza entre España y Portugal, reforzando así el dominio habsbúrgico en la Península Ibérica y en las rutas atlánticas. Isabel, descrita por Tiziano como el epítome de la nobleza, representaba la unión de dos coronas católicas en un momento en que el protestantismo amenazaba con dividir Europa.
El matrimonio se celebró con pompa y boato, reflejando el poderío de un imperio que abarcaba desde Flandes hasta las Américas. Sin embargo, tras la luna de miel en Granada, la realidad política golpeó con fuerza: Francisco I de Francia incumplió el Tratado de Madrid, negándose a ceder Borgoña y reanudando las hostilidades. Este acto de traición marcó el inicio de una nueva fase de conflicto en Italia, donde el Papado, aliado con Francia, se opuso abiertamente a Carlos V.
6.2. La Liga de Cognac y el (1527): La ruptura entre el Emperador y el Papa
La Liga de Cognac (1526), formada por Francia, el Papado, Venecia, Florencia y Milán, buscaba expulsar a los españoles de Italia y restaurar el equilibrio de poder. Clemente VII, temeroso de la hegemonía imperial, se alió con Francisco I, a pesar de las anteriores negociaciones con Carlos V.
El conflicto escaló cuando las tropas imperiales, descontentas por la falta de pago, saquearon Roma en mayo de 1527 (el Saco de Roma). Este evento, aunque no ordenado por Carlos V, dañó gravemente su reputación y profundizó la división entre el Imperio y el Papado. El saqueo, liderado por soldados alemanes y españoles, fue una respuesta violenta a la política ambigua de Clemente VII, quien había apoyado a Francia y retrasado las negociaciones de paz.
El Saco de Roma tuvo consecuencias devastadoras:
- Clemente VII quedó prisionero en el Castillo Sant’Angelo.
- Italia se polarizó: Florencia expulsó a los Médici, y Venecia aprovechó para recuperar territorios.
- Carlos V perdió apoyo moral, siendo visto como un invasor bárbaro en lugar de un defensor de la cristiandad.
6.3. La (1526) y la cuestión protestante: Alemania en la encrucijada
Mientras Italia ardía, en Alemania la Reforma protestante ganaba fuerza. La Dieta de Speyer (1526) reflejó la división religiosa y política:
- Los príncipes protestantes, liderados por Sajonia y Hesse, exigieron libertad religiosa hasta que un concilio resolviera el conflicto.
- Fernando I, regente de Carlos V en Alemania, intentó mantener el Edicto de Worms (1521), que prohibía el luteranismo, pero la presión de los príncipes lo obligó a aceptar un compromiso ambiguo.
- La frase "salvo nuestra conciencia ante Dios y el Emperador" se convirtió en un precedente legal para la tolerancia religiosa, sentando las bases de la (1555).
Este acuerdo temporal debilitó la autoridad imperial en Alemania, donde los príncipes ganaban autonomía frente al poder central.
6.4. La muerte de Luis II de Hungría y la (1526)
La derrota húngara en Mohács (agosto de 1526) ante los otomanos cambió el equilibrio de poder en Europa Central:
- Luis II de Hungría murió en batalla, dejando su reino sin heredero.
- Fernando I, hermano de Carlos V, fue elegido rey de Bohemia (octubre de 1526) gracias al apoyo de la nobleza checa.
- En Hungría, sin embargo, la nobleza eligió a Juan Zapolya, un noble local, lo que llevó a una guerra civil entre los Habsburgo y los partidarios de Zapolya.
Esta expansión territorial fortaleció a los Habsburgo, pero también los sobrecargó financiera y militarmente, ya que ahora debían defender tres frentes: Italia, Alemania y Europa Oriental.
6.5. La Paz de Cambrai (1529): El fin de la guerra con Francia
Tras años de conflicto, Margarita de Austria (tía de Carlos V) negoció la Paz de Cambrai (1529), también conocida como la "" por la participación de Luisa de Saboya (madre de Francisco I). Los términos incluyeron:
- Francisco I renunciaba a sus reclamos sobre Italia, Flandes y Artois.
- Carlos V mantenía Borgoña, pero liberaba a los hijos de Francisco I (rehenes desde 1526).
- Eleonor de Austria, hermana de Carlos, se casaba con Francisco I, sellando la reconciliación dinástica.
Esta paz estabilizó temporalmente Europa, pero dejó problemas sin resolver:
- Francia no aceptó plenamente la pérdida de Borgoña.
- El Papado seguía desconfiando de Carlos V, quien ahora planeaba su coronación imperial en Bolonia (1530).
6.6. La coronación de Carlos V en Bolonia (1530): El apogeo del poder imperial
En febrero de 1530, Carlos V fue finalmente coronado emperador por Clemente VII en Bolonia, un acto simbólico que buscaba:
- Legitimar su dominio sobre Italia.
- Reafirmar la alianza con el Papado, aunque esta fuera frágil.
- Demostrar su poderío ante Europa, especialmente tras el Saco de Roma.
La ceremonia, llena de pompa renacentista, contrastaba con la realidad:
- Italia seguía dividida: Florencia resistía el dominio de los Médici, y Venecia mantenía su independencia.
- El costo de la guerra había agotado las arcas imperiales.
- La amenaza otomana en Hungría requería atención urgente.
6.7. El legado de y el futuro del Imperio
La muerte de Mercurino Gattinara (1530), canciller de Carlos V, marcó el fin de una era. Gattinara, defensor de una política de conciliación con el Papado y los príncipes alemanes, había sido clave en la estrategia imperial. Su sucesor, Nicolás Perrenot de Granvela, representaba una visión más centralista y menos flexible, alineada con los intereses españoles.
Carlos V, ahora sin su principal consejero, enfrentó un Imperio sobreextendido:
- Alemania, dividida por la Reforma.
- Italia, inestable y resentida con el dominio español.
- Hungría, amenazada por los otomanos.
- América, donde los conflictos entre conquistadores (como Cortés y Pizarro) requerían atención.
Conclusión: ¿Un Imperio demasiado grande para gobernar?
El período 1526–1530 fue decisivo para Carlos V:
- Logró consolidar su poder en Europa Central (Bohemia, partes de Hungría).
- Estabilizó temporalmente sus relaciones con Francia (Paz de Cambrai).
- Fue coronado emperador, simbolizando la cúspide de su influencia.
Sin embargo, los conflictos religiosos, las guerras constantes y la falta de recursos minaron su autoridad. Su sueño de un Imperio universal cristiano chocó con la realidad de un Europa fragmentado. La Paz de Augsburgo (1555) y su abdicación (1556) serían el epílogo de un reinado marcado por la grandeza y la sobrecarga.
7. Los protestantes alemanes.
7.1. El conflicto religioso y político: Lutero y la fragmentación de Alemania
La Reforma protestante, impulsada por Martín Lutero, no fue solo un movimiento religioso, sino una revolución política y social que desafió el orden establecido en el Sacro Imperio. Lutero, al cuestionar la autoridad de la Iglesia romana, desencadenó una crisis de legitimidad que afectó tanto a la estructura eclesiástica como al poder temporal de los príncipes alemanes.
Para Lutero, el Reino de Dios era un ideal universal, pero su confrontación con Roma lo llevó a buscar apoyo en los príncipes territoriales alemanes, quienes vieron en la Reforma una oportunidad para afirmar su autonomía frente al Emperador y el Papa. Así, la Reforma se convirtió en un instrumento de poder político, donde la fe y la soberanía se entrelazaron de manera irreversible.
7.2. : El nacimiento del "protestantismo"
En 1529, la Dieta de Speyer marcó un punto de inflexión:
- Los príncipes y ciudades que seguían las enseñanzas de Lutero protestaron contra la decisión imperial de prohibir las reformas religiosas.
- El 19 de abril de 1529, un grupo de príncipes (incluyendo a Sajonia, Hesse, Brandeburgo-Ansbach y ciudades como Núremberg y Estrasburgo) presentó una declaración formal de protesta, argumentando que "en asuntos de conciencia, cada uno debe responder ante Dios".
- Este acto dio origen al término "protestantes" y consolidó una alianza política-religiosa que desafiaba la autoridad de Carlos V.
La Dieta reveló la división irreconciliable entre:
- Los católicos, liderados por los príncipes eclesiásticos y los Habsburgo.
- Los protestantes, que buscaban una reforma eclesiástica y autonomía política.
7.3. : Un intento fallido de conciliación
En 1530, Carlos V convocó la Dieta de Augsburgo para resolver el conflicto religioso. Los príncipes protestantes, liderados por Felipe Melanchthon, presentaron la Confesión de Augsburgo, un documento que:
- Defendía las doctrinas luteranas (justificación por la fe, autoridad de la Biblia, rechazo de la jerarquía eclesiástica romana).
- Rechazaba las acusaciones de herejía y pedía tolerancia religiosa.
- Afirmaba la lealtad al Emperador, pero bajo la condición de que se respetara la libertad de conciencia.
Carlos V, influenciado por sus consejeros católicos (como Johannes Eck), rechazó la Confesión y exigió la sumisión a la Iglesia romana. La Confutatio Pontificia, redactada por teólogos católicos, desmontó punto por punto los argumentos protestantes, pero no logró un acuerdo.
El fracaso de las negociaciones llevó a:
- La formación de la Liga de Esmalcalda (1531), una alianza militar de príncipes protestantes para defenderse de Carlos V.
- La radicalización de ambos bandos, con los católicos acusando a los protestantes de rebeldía y estos últimos denunciando la tiranía imperial.
7.4. : La unión protestante contra los Habsburgo
En febrero de 1531, los príncipes protestantes (como Juan de Sajonia, Felipe de Hesse y Jorge de Brandeburgo) firmaron la Liga de Esmalcalda, un pacto que:
- Unía a los seguidores de la Confesión de Augsburgo bajo una estructura militar.
- Garantizaba apoyo mutuo en caso de ataque imperial o católico.
- Desafió abiertamente la autoridad de Carlos V, quien respondió con amenazas de intervención militar.
La Liga demostró que:
- Los protestantes no eran solo un grupo religioso, sino una fuerza política organizada.
- Carlos V subestimó su capacidad de resistencia, creyendo que podría someterlos con facilidad.
7.5. : El avance del protestantismo en el sur de Alemania
El conflicto religioso se extendió al sur de Alemania, donde el Duque Ulrich de Wurtemberg (exiliado en 1519) buscó recuperar su territorio con ayuda de Felipe de Hesse y Francia. En 1534, tras la Batalla de Lauffen, Ulrich recuperó su ducado e implantó la Reforma protestante, expulsando a los Habsburgo.
Este evento fue un golpe estratégico para los Habsburgo, ya que:
- Wurtemberg era un territorio clave entre el Tirol, Alsacia y la Franche-Comté.
- Su pérdida debilitó la influencia imperial en el sur de Alemania y fortaleció a los protestantes.
- Francia ganó influencia en la región, al apoyar a Ulrich contra los Habsburgo.
Carlos V, ocupado en sus campañas contra los otomanos y en la conquista de Túnez (1535), no pudo responder con fuerza, lo que demostró la sobrextensión de su imperio.
7.6. El legado de la Reforma: División permanente y guerra religiosa
Para 1534, el protestantismo ya no era un movimiento marginal, sino una fuerza política consolidada que:
- Controlaba gran parte del norte y centro de Alemania.
- Tenía aliados en Escandinavia (Dinamarca y Suecia adoptaron el luteranismo).
- Contaba con el apoyo de Francia, que veía en los protestantes un contrapeso a los Habsburgo.
La Paz de Núremberg (1532) había intentado una tregua religiosa, pero fracasó debido a:
- La intransigencia de ambos bandos (católicos y protestantes).
- La falta de voluntad de Carlos V para ceder en temas doctrinales.
- La creciente influencia de Francia en los asuntos alemanes.
Conclusión: ¿Un Imperio dividido?
La Reforma protestante transformó el Sacro Imperio en un territorio fragmentado por la religión y la política. Carlos V, atrapado entre su visión universal del catolicismo y la realidad de un Imperio ingobernable, no logró imponer su autoridad. Su fracaso en Alemania sentó las bases para:
- Las guerras de religión del siglo XVII (como la Guerra de los Treinta Años).
- La consolidación de Estados protestantes independientes.
- La pérdida de hegemonía de los Habsburgo en el norte de Europa.
VIII. La política mundial de Carlos V (1532–1538)
8.1. Un Imperio en equilibrio precario
A principios de la década de 1530, el Imperio de Carlos V parecía estar en su apogeo, pero en realidad estaba sobreextendido y frágil. Aunque el emperador había logrado victorias militares en Italia (dominio de Nápoles, Milán y Mantua) y había contenido temporalmente a los protestantes alemanes y a los otomanos, su poder no era estable:
- Italia resentía el dominio español; ciudades como Florencia, Venecia y Milán simpatizaban con Francia.
- España estaba cansada de la ausencia del emperador y de los altos costos de sus guerras.
- Alemania vivía una paz religiosa frágil (Paz de Núremberg, 1532), pero los príncipes protestantes (Liga de Esmalcalda) y católicos seguían en tensión constante.
- Los otomanos, aunque retrocedieron tras el asedio de Viena (1529), seguían siendo una amenaza en el Mediterráneo y los Balcanes.
Carlos V enfrentaba un dilema estratégico:
- ¿Cómo mantener unido un imperio tan diverso? (reinos heredados, no conquistados: España, Países Bajos, Italia, América, Austria).
- ¿Cómo financiar guerras en múltiples frentes? (Francia, otomanos, protestantes).
- ¿Cómo conciliar su rol como defensor del catolicismo con la realidad política? (aliados protestantes en Alemania, rivalidad con el Papa).
8.2. La expansión en América: Conquista, oro y conflictos
Mientras Europa se desgarraba, el Nuevo Mundo se convertía en una fuente de riqueza y poder para España:
- Hernán Cortés había sometido el Imperio azteca (1519–1521), pero su gobierno en Nueva España (México) fue cuestionado por la Corona.
- Francisco Pizarro conquistó el Imperio inca (1532–1533) con una audacia brutal:
- Capturó y ejecutó a Atahualpa (1533), aprovechando una guerra civil entre incas.
- Fundó Lima (1535) y estableció un gobierno español, aunque las luchas internas entre conquistadores (Pizarro vs. Almagro) debilitaron la estabilidad.
- Venezuela y Colombia: Los Welser (banqueros alemanes) financiaron expediciones, pero los conflictos con indígenas y la falta de recursos limitaron su éxito.
Impacto en Europa:
- El oro y la plata americanos financiaron las guerras de Carlos V, pero también aumentaron la inflación y la dependencia de los préstamos (ej. banqueros Fugger).
- Las leyendas de ciudades doradas (El Dorado) impulsaron más expediciones, pero también explotación y violencia contra los pueblos originarios.
8.3. La diplomacia dinástica: Matrimonios como armas políticas
Carlos V usó alianzas matrimoniales para consolidar su poder:
- Su hermana María de Hungría gobernó los Países Bajos (1531–1555) con mano dura, equilibrando los intereses comerciales (ej. conflicto con Lübeck).
- Su hija natural, Margarita de Parma, fue prometida al Duque de Florencia (familia Médici) para asegurar lealtades en Italia.
- Su sobrina, Cristina de Dinamarca (12 años), fue casada con el Duque de Milán (Francisco Sforza), a pesar de las protestas de su hermana María ("es contra Dios y la naturaleza").
- Francia también usó esta estrategia: Catalina de Médici (sobrina del Papa Clemente VII) se casó con el futuro Enrique II de Francia, fortaleciendo la alianza franco-papal.
Problema:
- Estas alianzas no garantizaban lealtad, como demostró Francia al romper acuerdos (ej. invasión de Saboya, 1536).
8.4. El conflicto con Francia: Guerra en Italia y la Provence (1536–1538)
Francisco I de Francia nunca aceptó la pérdida de Milán y buscó aliados para debilitar a Carlos V:
- Alianza con los otomanos: Barbarroja (pirata argelino) recibió apoyo francés para atacar costas italianas (ej. captura de Túnez, 1534).
- Invasión de Saboya (1536): Francisco I rompió la Tregua de Niza (1538) y ocupó territorios, forzando a Carlos V a responder.
La campaña de Provenza (1536):
- Carlos V invadió el sur de Francia, pero la táctica de tierra quemada de los franceses (destrucción de cosechas) debilitó a su ejército.
- Fracaso estratégico: Sin apoyo naval (Doria no llegó a tiempo) y con enfermedades diezmando a sus tropas, Carlos V retrocedió en solo 6 semanas.
- Consecuencia: La guerra no resolvió nada; Milán siguió en disputa, y Francia siguió desafiando el poder habsbúrgico.
La Tregua de Niza (1538):
- Negociada por el Papa Pablo III, fue un alto al fuego de 10 años, pero no un tratado de paz.
- Francia mantuvo Saboya; Carlos V recuperó Turín.
- Fracaso diplomático: Las cuestiones clave (Milán, Borgoña) quedaron sin resolver.
Encuentro en Aigues-Mortes (1538):
- Carlos V y Francisco I se reunieron por separado con el Papa, pero no lograron un acuerdo duradero.
- Simbolismo: Fue un intento de mostrar unidad cristiana, pero en realidad cada uno buscaba ventajas.
8.5. La lucha contra los otomanos: Túnez (1535) y la defensa de Europa
El avance otomano en el Mediterráneo (piratería de Barbarroja) y los Balcanes (amenaza a Hungría) obligó a Carlos V a actuar:
- Conquista de Túnez (1535):
- Objetivo: Recuperar la ciudad de Barbarroja y debilitar la presencia otomana en el norte de África.
- Éxito militar: Carlos V lideró personalmente el asedio, capturando La Goleta (fortaleza clave) y Túnez.
- Impacto: Fue una victoria simbólica (primera vez que un emperador luchaba en África), pero no detuvo la piratería otomana (Barbarroja escapó a Argel).
- Alianza con Venecia y el Papa:
- Se formó una Liga Santa (1538) para defender Italia, pero Francia sabotearía cualquier esfuerzo conjunto.
Problema estratégico:
- Carlos V subestimó la logística: La falta de agua y enfermedades diezmaron a sus tropas en Túnez.
- Francia siempre apoyó a los otomanos (ej. Francisco I les dio acceso a puertos franceses), complicando cualquier victoria cristiana.
8.6. El Papado y el Conciliode Trento: ¿Unidad o división?
El Papa Pablo III (1534–1549) intentó reformar la Iglesia, pero chocó con los intereses políticos:
- Carlos V presionó por un Concilio para resolver la Reforma protestante, pero Francia y los príncipes alemanes lo retrasaron.
- El Concilio de Trento (convocado en 1545) llegó demasiado tarde: Para 1538, la división religiosa en Europa era irreversible.
- Pablo III buscó equilibrar entre Carlos V y Francisco I, pero su neutralidad debilitó su autoridad.
Ejemplo clave:
- En 1536, Carlos V exigió al Papa que condenara a Enrique VIII (por su divorcio de Catalina de Aragón), pero Pablo III evitó un conflicto abierto con Inglaterra.
8.7. El legado: ¿Un emperador demasiado ambicioso?
Carlos V soñó con un Imperio universal cristiano, pero la realidad lo llevó a:
- Guerras interminables (Francia, otomanos, protestantes) que agotaron sus recursos.
- Un Imperio imposible de gobernar: Desde América hasta Alemania, cada región tenía intereses distintos.
- Fracaso diplomático: Sus aliados (ej. Papado, príncipes alemanes) priorizaban sus propios objetivos.
- La Reforma protestante y el ascenso de Francia debilitaron su hegemonía.
Libro Tercero.
Lucha por Alemania. La plenitud de la vida y Ancianidad.
IX. FALLO DE LA INDEMNIZACIÓN entre la diplomacia, la guerra y el fracaso (1538–1542)
9.1. Un emperador atrapado en sus propias contradicciones
Carlos V gobernó con la obsesión de preservar el legado político y religioso de sus antepasados, pero su imperio —demasiado vasto y diverso— lo arrastró a conflictos interminables. Su reinado fue una lucha constante entre la negociación y la fuerza, donde ninguna estrategia logró resultados duraderos.
- No era un diplomático nato ni un genio militar: Su educación como caballero burgundio lo hizo valiente, pero carecía de la flexibilidad táctica de un líder como Julio César o de la astucia política de un Maquiavelo.
- Confió en consejeros clave:
- Andrea Doria (almirante genovés) para la guerra naval.
- Granvelle (diplomático burgundio) para las negociaciones.
- Fernando de Austria (su hermano) para gobernar Alemania.
- Su mayor debilidad: La descentralización del poder. Cada región (España, Países Bajos, Italia, América) tenía intereses propios, y sus aliados (como el Papa o los príncipes alemanes) priorizaban sus agendas.
Resultado: Carlos V nunca logró consolidar un sistema de gobierno coherente. Su imperio era un rompecabezas de reinos unidos solo por su figura, no por instituciones comunes.
9.2. Alemania: El fracaso de la Conciliación Religiosa (1538–1541)
A. La Liga de Esmalcalda y el Bund Católico: Dos bloques irreconciliables
- Los protestantes (Liga de Esmalcalda, 1531) se fortalecieron:
- Incluían a Sajonia, Hesse, ciudades como Núremberg y Estrasburgo, e incluso Dinamarca (1536).
- Francia los cortejaba para debilitar a los Habsburgo, pero ellos rechazaron alianzas antiimperiales (por ahora).
- Los católicos intentaron organizar un Bund Católico (1538), pero:
- Fracasó por falta de unidad: Solo Baviera y Brunswick lo apoyaron, pero con motivaciones egoístas (ej. Baviera quería Milán para sí misma).
- El Papa Paulo III lo desautorizó, temiendo que Carlos V usara la liga para imponer su voluntad.
B. Las negociaciones de Ratisbona (1541): El último intento de unidad
Carlos V convocó un colloquio teológico en Ratisbona para buscar un acuerdo entre católicos y protestantes:
- Participantes clave:
- Melanchthon (protestante, moderado).
- Contarini (cardenal veneciano, reformista).
- Granvelle (representante imperial).
- Avances iniciales:
- Se llegó a un acuerdo parcial en temas como la justificación por la fe (doctrina central de Lutero).
- Contarini propuso fórmulas que ambos bandos podían aceptar.
- El fracaso final:
- Lutero rechazó los acuerdos (los consideraba demasiado cercanos al catolicismo).
- El Papa Paulo III convocó el Concilio de Trento (1545), cerrando la puerta a más diálogos.
- Los príncipes protestantes (como Felipe de Hesse) exigieron concesiones políticas (ej. control sobre bienes eclesiásticos).
Conclusión: Carlos V perdió la paciencia. Tras años de negociaciones infructuosas, empezó a preparar la guerra contra los protestantes.
9.3. Francia: La traición constante y la guerra en el Mediterráneo
A. La alianza franco-otomana: Un dolor de cabeza para Carlos V
- Francisco I de Francia nunca aceptó la pérdida de Milán y saboteó todos los acuerdos:
- Apoyó a Barbarroja (pirata otomano) para atacar costas italianas (ej. Túnez, 1535).
- Firmó una alianza formal con el Sultan Suleimán (1536), rompiendo la unidad cristiana.
- Carlos V respondió con dos estrategias:
- Guerra en Provenza (1536): Fracasó por la táctica de tierra quemada de los franceses.
- Tregua de Niza (1538): Un alto al fuego temporal, pero sin resolver el conflicto por Milán.
B. El viaje de Carlos V por Francia (1539): Diplomacia y desconfianza
- Carlos V cruzó Francia en 1539 para reforzar la paz, pero:
- Francisco I lo recibió con pompa, pero sin ceder en lo sustancial.
- Los franceses seguían planeando recuperar Milán.
- Resultado: La desconfianza mutua seguía intacta. Francia no era un aliado confiable, sino un rival permanente.
9.4. El desastre de Argel (1541): El fin de un sueño imperial
A. Motivaciones: Venganza y prestigio
Tras el fracaso en Túnez (1535), Carlos V quería:
- Recuperar Argel (bastión de Barbarroja).
- Demostrar que podía liderar una cruzada contra los "infieles".
- Presionar a Francia (aliada de los otomanos).
B. Errores estratégicos
- Mala planificación:
- Falta de coordinación entre la flota (Doria) y el ejército (Gonzaga).
- Subestimó el clima: Una tormenta destruyó 150 barcos con provisiones.
- Falta de apoyo local:
- Los españoles no querían otra campaña costosa.
- Los genoveses (aliados) priorizaban sus intereses comerciales.
C. La derrota y sus consecuencias
- El ejército imperial quedó varado sin comida ni refuerzos.
- Barbarroja contraatacó, causando centenares de bajas.
- Carlos V ordenó la retirada el 26 de octubre de 1541, en lo que fue una humillación pública.
- Pérdidas:
- 12,000 hombres (entre muertos y desaparecidos).
- Prestigio destruido: Europa vio que el emperador no era invencible.
- Documentos imperiales perdidos (archivos arrastrados por el mar).
Frase clave de Carlos V: "Preferí retroceder a arriesgar una derrota total, pero Dios sabe cuánto me duele este revés."
9.5. Países Bajos: La revuelta de Gante (1539) y la represión brutal
A. Causas del conflicto
- Crisis económica:
- Gante (ciudad textil) perdía competitividad frente a Amberes.
- Desempleo y hambre llevaban a protestas sociales.
- Conflicto político:
- Los ganteses rechazaban pagar impuestos a María de Hungría (regente).
- Exigían autonomía, apelando a privilegios medievales.
B. La represión de Carlos V
- Entrada triunfal (febrero 1540):
- Llegó con 5,000 soldados y artillería.
- Ejecutó a los líderes rebeldes (ej. Lievin Pyn, torturado públicamente).
- Humillación pública:
- 30 nobles descalzos, con sogas al cuello, pidieron perdón.
- Gante perdió sus privilegios y su campana simbólica (el "Roland") fue confiscada.
- Construcción de una ciudadela:
- Demolió un barrio entero para edificar una fortaleza que controlara la ciudad.
Legado:
- Los Países Bajos quedaron pacificados, pero el resentimiento creció.
- María de Hungría gobernó con mano de hierro, pero la semilla de la rebelión (que estallaría en 1566) ya estaba plantada.
9.6. El legado: ¿Un emperador derrotado o un visionario incomprendido?
Carlos V fracasó en casi todos sus frentes en este período:
- Alemania: No logró unir a católicos y protestantes (la guerra era inevitable).
- Francia: No recuperó Milán ni logró una paz duradera.
- Mediterráneo: Argel fue un desastre que mancilló su reputación.
- Países Bajos: La represión en Gante sembró odio hacia los Habsburgo.
Pero…
- Mantuvo unido su imperio contra todo pronóstico.
- Sentó las bases del poder español (su hijo, Felipe II, heredaría un imperio más cohesionado).
- Su obsesión por el Concilio de Trento (aunque tardío) redefinió el catolicismo.
Frase final: "Carlos V no perdió por debilidad, sino porque el mundo que soñó —unido bajo la cruz y la espada— ya no existía. Europa había cambiado, y él no supo (o no pudo) adaptarse."
X. EL GRAN PLAN DE 1543
10.1. La madurez de un gobernante: De la juventud dubitativa a la determinación imperial
Carlos V llegó a la cúspide de su poder político en la década de 1540, pero no sin cicatrices. Su evolución personal —de un joven titubeante y influenciado por consejeros como Gattinara a un emperador resuelto y estratégico— se refleja en sus documentos más íntimos:
- Testamentos y cartas a su hijo Felipe II (1543):
- Instrucciones morales y políticas: Le advierte sobre los peligros de la lujuria (citando el ejemplo de su tío, Juan de Aragón, cuya muerte lo llevó al trono), la necesidad de rodearse de consejeros leales (como Juan de Zúñiga o Cobos), y la importancia de aprender idiomas (latín, francés) para gobernar sus reinos multilingües.
- Confesión de sus límites: "No puedo pensar en todo, y los viejos también necesitan quien los despierte" (refiriéndose a la necesidad de asesores como Zúñiga).
- Su relación con la derrota:
- Tras el desastre de Argel (1541), escribió a Granvelle: "Hay que agradecer a Dios por todo [...] no se trata de madrugar, sino de actuar en el momento oportuno, y ese momento solo lo conoce Él".
- Esta fe religiosa no era pasividad, sino una forma de justificar sus decisiones ante el fracaso.
Conclusión: Carlos V maduró como estadista, pero su rigidez moral y su incapacidad para delegar lo llevaron a sobrecargarse con problemas que su imperio no podía resolver.
10.2. Las finanzas del imperio: Un sistema al borde del colapso
A. Fuentes de ingresos (1540–1544)
Carlos V dependía de un sistema fiscal fragmentado y endeudado crónicamente:
- Castilla:
- Alcabala (impuesto al consumo): 300–325 millones de maravedíes anuales (equivalente a ~800,000 ducados o 10 millones de marcos de oro).
- Servicio (impuesto extraordinario): 200 "cuentos" (200 millones de maravedíes) desde 1539.
- Rentas eclesiásticas: 100 "cuentos" (abusando de la Cruzada y los medios frutos).
- Aragón, Valencia y Cataluña:
- No pagaban alcabala, pero aportaban 66 "cuentos" en servicios.
- América:
- 90 "cuentos" anuales en promedio (equivalente a 240,000 ducados o ~3 millones de marcos de oro).
- Picos de 300 "cuentos" después de 1550 (gracias al oro de Perú).
- Ingresos extraordinarios:
- Dote portugués (1525): 370 "cuentos" (1 millón de ducados).
- Rescate de los príncipes franceses (1529): +1 millón de ducados.
- Venta de derechos sobre las Molucas a Portugal: 350,000 ducados.
B. El problema: Gastos descontrolados y deuda insostenible
- Presupuesto de 1543:
- Ingresos: ~2.5 millones de ducados.
- Gastos:
- 10%: Corte (incluyendo a la reina Isabel y los infantes).
- 10%: Deuda acumulada.
- 10%: Armada (Doria y galeras españolas).
- 20%: Defensa de fronteras (contra Francia y turcos).
- 50%: Guerras (ejércitos, mercenario, artillería).
- Déficit crónico:
- Préstamos de los Fugger (a intereses usureros).
- Venta de rentas futuras (ej. juros sobre alcabalas).
- Anticipos de ingresos (ej. cobrar el servicio de 1545 en 1543).
Ejemplo clave: En 1538, Cobos (tesorero general) advirtió que las rentas reales estaban hipotecadas en un 60% por deudas. La solución propuesta —un nuevo impuesto al consumo (sisa)— fue rechazada por la nobleza y las ciudades.
Resultado:
- España se descapitalizaba: El oro americano no se invertía en desarrollo, sino en guerras externas.
- Dependencia de banqueros: Los Fugger financiaban campañas, pero exigían garantías (ej. minas de Almadén).
- Inflación: La devaluación de la moneda (maravedí) afectaba a la población.
10.3. La guerra en los Países Bajos (1542–1543): Cleve, Francia y la resistencia de María de Hungría
A. El conflicto con Cleve y Geldern
- Duque Guillermo de Cleve (aliado de Francia) desafió a Carlos V al:
- Anexionar Güeldres (1538), territorio que pertenecía a los Países Bajos.
- Apoyar a Martín van Rossum, un mercenario que devastó Brabante (1542).
- Respuesta imperial:
- Campaña relámpago (1543):
- Toma de Düren (23 de agosto): Masacre y saqueo (a pesar de la resistencia heroica).
- Rendición de Jülich y Roermond (septiembre).
- Humillación del duque: Guillermo de Cleve se arrodilló ante Carlos V, renunció al protestantismo y cedió Güeldres y Zutphen.
Impacto:
- Fin del sueño protestante en el Rin: Ciudades como Colonia (donde el arzobispo Hermann von Wied simpatizaba con Lutero) quedaron aisladas.
- Consolidación de los Países Bajos: Carlos V unificó el territorio bajo su autoridad, eliminando enclaves rebeldes.
B. La resistencia de María de Hungría
- Gobierno en crisis:
- Falta de recursos: Los Estados Generales (asamblea de los Países Bajos) rechazaban impuestos.
- Traición de la nobleza: Señores como el conde de Boussu priorizaban sus intereses sobre la defensa.
- Estrategias de María:
- Represión brutal: Ejecutó a líderes rebeldes (ej. Lievin Pyn, torturado públicamente).
- Diplomacia con Inglaterra:
- Tratado secreto (1543): Enrique VIII (enemigo de Francia) prometió apoyo militar a cambio de concesiones comerciales.
- Problema: Enrique VIII exigió ser reconocido como "Defensor de la Fe", lo que Carlos V evitó hábilmente (respondió que el título era asunto interno inglés).
Frase clave de María: "Desde los días de nuestro abuelo Maximiliano, los Países Bajos no habían estado en tanto peligro".
10.4. Alemania: El Reichstag de Spira (1544) y el giro hacia la guerra contra los protestantes
A. El fracaso de la Conciliación
- Contexto:
- Tras el colloquio de Ratisbona (1541), donde Contarini y Melanchthon casi lograron un acuerdo, Lutero y el Papa Paulo III lo sabotearon.
- Francia seguía apoyando a los príncipes protestantes para debilitar a Carlos V.
- Reichstag de Spira (febrero–abril 1544):
- Objetivo imperial: Obtener ayuda militar contra Francia (para la guerra en Italia) sin ceder en religión.
- Exigencias protestantes:
- Suspensión de procesos judiciales contra ellos.
- Libertad religiosa en sus territorios.
- Participación en un Concilio Nacional (no controlado por Roma).
- Resultado:
- Acuerdo ambiguo:
- Los estados aprobaron ayuda militar (24,000 infantes y 4,000 jinetes).
- Carlos V prometió no usar la fuerza contra los protestantes... hasta el Concilio.
- El Papa Paulo III condenó el acuerdo (agosto 1544), llamándolo "herejía".
Reacción de Lutero: "El emperador ha sido engañado por los papistas. ¡El Concilio no servirá para nada!"
B. La alianza con Mauricio de Sajonia: Un giro estratégico
- Mauricio de Sajonia (22 años, protestante pero ambicioso) se acercó a Carlos V tras:
- El fracaso de su padre (duque Jorge) en imponer el catolicismo en Sajonia.
- La promesa de Carlos V de apoyarlo contra su tío, el duque Enrique de Brunswick (católico).
- Acuerdo secreto (1544):
- Mauricio rompió con la Liga de Esmalcalda.
- Carlos V le prometió apoyo militar y recompensas territoriales.
Consecuencia: Carlos V ganó un aliado clave para su futura guerra contra los protestantes (que estallaría en 1546).
10.5. La guerra contra Francia (1543–1544): De Landrecy a Crépy
A. La campaña de 1543: Éxitos tácticos, pero sin victoria decisiva
- Objetivo: Recuperar Luxemburgo (tomado por Francia en 1542) y debilitar a Francisco I.
- Batallas clave:
- Landrecy (noviembre 1543):
- Asedio fallido: Los franceses recibieron refuerzos y Carlos V tuvo que retroceder.
- Problemas: Falta de provisiones y enfermedades (gota).
- Invierno de 1543–1544:
- Carlos V soportó condiciones extremas (frío, lluvia), pero no pudo tomar Metz.
- Estrategia: Evitar batallas campales (como en Ceresole, donde el Marqués del Vasto fue derrotado).
B. La paz de Crépy (septiembre 1544): ¿Victoria o rendición encubierta?
- Contexto:
- Francia estaba al borde del colapso:
- Derrota en Italia (el duque de Enghien perdió Niza ante los otomanos).
- Enrique VIII de Inglaterra (aliado de Carlos V) tomó Boulogne (septiembre 1544).
- Francisco I buscaba una salida honorable.
- Términos del tratado:
- Público:
- Francia devolvía Luxemburgo, Yvoy y Landrecy.
- Matrimonio dinástico:
- Duque de Orleans (hijo de Francisco I) se casaría con:
- María de Austria (hija de Carlos V) y heredaría los Países Bajos, o
- Ana de Austria (sobrina de Carlos V) y recibiría Milán.
- Francia prometía ayuda contra los turcos (10,000 hombres).
- Secreto:
- Francisco I se comprometía a:
- Apoyar un Concilio en Trento (para "reconciliar" a los protestantes).
- Devolver Saboya y Génova (ocupadas ilegalmente).
- Romper su alianza con los otomanos.
Análisis:
- Carlos V logró:
- Recuperar territorios perdidos (sin guerra prolongada).
- Aislar a Francia (al menos temporalmente).
- Pero:
- Milán seguía en disputa (el matrimonio nunca se concretó).
- Francia no cumplió con romper su alianza otomana (en 1547, Enrique II reanudaría la guerra).
Frase de Carlos V: "Este tratado es mejor que nada, pero no resuelve el problema de fondo: Francia seguirá siendo nuestro enemigo hasta que acepten nuestra supremacía en Italia."
10.6. El Papa Paulo III y el fracaso de la unidad cristiana
A. El : Un arma política, no religiosa
- Paulo III (Alejandro Farnesio):
- Priorizaba los intereses de su familia (ej. casar a su nieta Victoria con el duque de Orleans).
- Rechazó apoyar a Carlos V contra Francia, temiendo represalias.
- Reunión de Busseto (junio 1543):
- Carlos V exigió al Papa que condenara a Francisco I por su alianza con los turcos.
- Respuesta del Papa: "No puedo tomar partido, soy el padre de todos los cristianos" (en realidad, protegía a Francia).
Crítica de Diego Mendoza (embajador imperial): "¡El Papa es el mayor obstáculo para la cristiandad! ¿Qué derecho tiene Francia sobre Milán? ¡Solo el de las armas, igual que los romanos sobre el mundo!"
B. La ruptura definitiva
- 1544: Paulo III publicó una bula condenando el Reichstag de Spira (por "ceder a los herejes").
- Reacción de Carlos V:
- Ignoró la bula y siguió negociando con los protestantes.
- Lutero y Calvino lo defendieron:
- Calvino: "El Papa no tiene autoridad para juzgar a un emperador que busca la paz".
- Lutero: "El Concilio es una farsa. ¡Carlos V debe gobernar sin Roma!"
Conclusión: Carlos V perdió la esperanza en el Papa como aliado. La unidad religiosa en Europa era imposible.
10.7. El legado: Testamentos, derrotas y el ocaso de un imperio
A. Las instrucciones a Felipe II (1543): Un manual de gobierno
Carlos V dejó a su hijo dos documentos clave:
- Testamento político:
- Prioridades:
- Mantener la unidad de los Habsburgo (evitar divisiones como la de Borgoña).
- Casar a María de Austria con Maximiliano de Habsburgo (para unir España y Austria).
- Recuperar Milán (aunque fuera por la fuerza).
- Advertencias:
- "No confíes en los franceses. Su palabra no vale nada".
- "El Papa es un aliado inestable. Usa la religión para tus fines, pero no dependas de Roma".
- Testamento moral:
- "Sé piadoso, pero no débil. La justicia debe ir acompañada de misericordia".
- "Evita los lisonjeros. Rodéate de hombres como Zúñiga o Cobos, que te digan la verdad".
- "No te dejes consumir por los placeres. Tu cuerpo es templo de Dios, pero también herramienta de tu reinado".
Reflexión final: Carlos V gobernó como un cruzado medieval en un mundo renacentista. Su obsesión por la unidad cristiana chocó con la realidad de un Europa dividida. Su mayor error fue no adaptarse: cuando la diplomacia fallaba, recurría a la guerra; cuando la guerra fallaba, volvía a la diplomacia, sin resolver los problemas de fondo.
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Para saber más:
- Red de rutas Carlos V. Wordpress.



